Arderemos

La sangre llama al fuego y el fuego arde en mi. Mi sangre se envenena con tu aliento, pero no te dejo de respirar. Tu saliva quema mis labios, pero no permito que te detengas.  Mis pensamientos son impuros, al igual que mi naturaleza, mientras tu ser es divino como tu hogar en el cielo.

Yo habito en las tinieblas y tú en las nubes, pero no puedo dejar que te desplomes.  Mientras estemos juntos sufriremos, al ser el pecado el enlace que nos une. Nuestra sangre hierve y la pasión se agranda al unísono con tu miembro. Las llamas me consumen al consumirte de lleno. Siento tus latidos dentro de mi cuerpo y creo ya es el momento. El tiempo se detiene pero nosotros no. No podemos. No queremos. Nos deseamos demasiado.

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Sabemos lo que viene y no hacemos nada. Y a la nada nos iremos juntos; entrelazados, apasionados, revolcándonos, devorándonos, deshaciéndonos lentamente. Hasta el fin de los tiempos.

 

Quiero

Quiero verte con ella. Quiero ver como borras nuestra historia cuando la penetras. Quiero sentir mi corazón latiendo al ritmo de tus latidos y quiero sentir cada uno de sus pedazos rompiéndose con cada grito que ella regala al cielo con tu nombre. Quiero presenciar tu esplendor, y así observar cómo nuestra luz se va apagando.

Quiero  que mientras tus manos la acarician, tus labios la devoren con la misma intensidad que una vez hiciste conmigo. Quiero desearles la muerte, sin que noten que también les deseo el más divino placer, para morir con mórbido gusto. Quiero que busques en ella lo que no encontraste en mí, y quiero ver la decepción en tu cara cuando no lo encuentres. Quiero mirar tu expresión al darte cuenta de que lo que buscabas yo lo tenía siempre, y quiero ver tu rostro cuando agoniza de remordimiento mientras tu mente te delata y te imaginas que la que está en cuatro, debajo, encima, de lado, de espalda recibiendo tu más fuerte lujuria soy yo.

Quiero que la hagas gemir, quiero que la hagas gritar, quiero que la hagas llorar, quiero que la hagas arañarte la espalda, quiero que la hagas morder la almohada. Quiero presenciar el dolor de la escena final, en donde la hagas reventar de éxtasis y termine clamando tu nombre como alma poseída. Quiero que me hagas sentir mi muerte mientras al unísono ustedes muren de placer. Quiero que me entierres en el fondo de océano como te estás enterrando en ella.

Quiero ahogarme en sueños de ti cuando ya termines de desaparecer…con ella.

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